Cuenta la leyenda…
…que los hombres vivían felices en su valle,
donde las tierras eran extremadamente fértiles. No
les faltaba de nada, y el sufrimiento no habitaba sus dominios
paradisíacos. Los dioses de las montañas,
los Apus, protegían a los humanos y sólo les
estaba prohibida una sola cosa: no podían subir a
la cima de las montañas, donde ardía el Fuego
Sagrado. Pero el diablo también habitaba por aquellas
tierras y le era insoportable ver toda esa felicidad. Por
eso incitó una y otra vez a los hombres para que
subieran hasta la cima de aquellas montañas. Los
Apus sorprendieron a los habitantes escalando la ladera
y fue tal su furia que soltaron a los pumas, que devoraros
a toda la población, salvo una pareja. Ante tal carnicería,
el Dios Sol, Inti, lloró durante 40 días y
40 noches, formando así el lago Titicaca. Cuando
el sol volvió, la pareja, refugiada en una barca,
vio como todos los pumas se habían convertido en
piedra. |